Toda persona que va por la vida buscando las maneras más económicas de viajar se ha encontrado con el famoso “dedo”, “autostop” o “take a ride” ya sea para distancias cortas o largas.
En nuestra experiencia hemos utilizado el dedo para ambas y sin ningún problema.
Se sabe que hacer dedo provoca un poco de incertidumbre , un poco de entusiasmo, ese “nosequé” que nos pone un poco más nerviosos de lo normal; porque es verdad eso de que nunca se sabe al vehículo del quién te estás subiendo, si te llevarán hasta donde sea o no. Pero también es verdad que el que no arriesga no gana. Y que existe más gente buena que mala. Y que siempre, siempre hay alguien dispuesto a ayudar sin obtener nada a cambio.
Les dejamos entonces algunos “tips” para que la experiencia a dedo sea igual de linda como lo han sido las nuestras hasta el momento.
Primero y principal es saberse la ruta (obviamente) y cuando ya la sabes es importante recordar todo lo que tienes a tu alrededor (tener un mapa ayuda muchísimo) y preguntar a los locales. Buscar opiniones en todos lados sobre ese lugar al menos para tener una idea de si es factible hacer dedo o no.
Con Ari haciendo dedo dentro de Tupungato, Mendoza.
Segundo: Cuando ya se tiene el sitio al que se quiere ir se pueden tener dos opciones, hacer un cartel con el nombre, o no hacer nada. Nosotros usamos ambos, y en ambas ocasiones nos levantaron entonces tampoco depende de un cartel. Lo que sí es que quedan más “vistosos” por ahí provoca más confianza a un conductor saber a donde están yendo la(s) persona(s) que levanta. Peeeeeero, puede ocurrir que con el cartel haya una persona que no va a ese sitio en particular, sino cerca y no te levante porque crea que no sirve y NO ES ASÍ. TODO SIRVE. Hasta si solo te pueden llevar dos cuadras.
Tercero: Estar lo más presentables que se pueda. Ya se sabe que el tema de la ropa limpia en un viaje es un dilema, pero no parecer como que se vive en las calles 24/7 Nadie quiere subir en su vehículo a una persona toda sucia y con mal olor.
Cuarto: Hay que tener en cuenta entonces que uno nunca sabe a donde se está subiendo por eso si se viaja en pareja o en grupos es importante tener palabras, gestos o cualquier tipo de señal con la que puedan indicarse cosas que no incluya al ajeno. Se pueden usar para denotar alguna situación extraña o si simplemente no les da buena espina en donde se subieron. De ese modo solo bastará pedir para bajar y ahorrarse un mal momento.
Quinto: ¡Ubicarse en sitios estratégicos! A las salidas de ciudades, estaciones de servicio, etc. Un lugar visible y protegido del tráfico.
El camión que nos cruzó la frontera con Chile
Sexto: Llevar provisiones, siempre. Con el dedo nunca se sabe cuánto tiempo se puede demorar. Y no hay nada más feo que andar con hambre… cargando mochilas.
Séptimo: ¡Siempre ser amables! Una sonrisa dice más que mil palabras y la amabilidad siempre llega lejos. Suele pasar que las personas, de tan buen ambiente que se genera, termina llevándote más tiempo del planeado, más cerca del destino o incluso dejando en el destino mismo aunque no les quede de pasada (nos pasó) Aún quedan personas así en el mundo, y los amamos.
Último pero no menos importante: Tener paciencia. Mucha. A montones, para ti y para regalar al mundo entero. Porque el dedo es a suerte y verdad. Es cuestión de esperar siempre lo mejor y poner también lo mejor de uno. De este modo las cosas salen bien, se conoce un montón de gente y se aprende aún más.