01 Nov
01Nov

Semanas atrás pensaba que solo tenía el derecho divino de escribir algo por acá cuando fuera extremadamente necesario.Y adivinen... sí, al fin llegó el momento. Lloraré.


¿Conocen las Working Holidays? Voy a imaginar que es así y están asintiendo con la cabeza.
Bueno, este año Ariel y yo decidimos aplicar, super entusiasmados con la idea de poder irnos a Nueva Zelanda por todo un año. Nos guiamos por varias páginas, leíamos "trucos" para llenar las cosas más rápido, buscábamos comentarios de personas que ya lo habían logrado y cruzábamos los dedos a la espera de poder llegar a tiempo. Era estresante tomarse el tiempo para llenar todo teniendo cuidado en no sobrepasar el minuto. Pero las ganas y las ansias por una nueva expendía de vida pudieron más que todo.

 Entonces... el 23 de octubre, a las 18hs como para ser más precisa llegó el momento tan esperado por meses y se abrió la inscripción con una capacidad de visas solo para 200 uruguayos. (Ojo que acá se viene la parte jugosa)
Ambos llenamos el formulario y...
Tambores, tambores, tambores.
¡No llegamos a tiempo!
Y todo esto se convierte en una dramática pero simpática noticia.


Por aquí la cruel evidencia.


Por aquí mi reacción.

Y ahora se preguntarán ¿Qué va a pasar? Fácil.
A nosotros no nos para nada y como buenos viajeros guardábamos pacientemente un plan B (y un C pero no todo el abecedario, no se emocionen)

Sin más que agregar.
Los invito a seguir nuestro recorrido por la hermosa señora América.
Y que Nueva Zelanda se prepare porque no nos damos por vencidos.


Mamá, voy a estar bien.h

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